Para este jueves se esperaban masivas manifestaciones en Francia, en rechazo a la reforma de la Ley para jubilaciones que fue aprobada definitivamente el pasado miércoles por los diputados del país europeo.
Los sindicatos prevén centrar ahora su atención en pedir el presidente de Francia, Nicolás Sarkozy, que no promulgue un texto que consideran injusto, ya que la iniciativa no tiene vuelta atrás en el Parlamento.
Para su colega de la Confederacion Francesa Democrática del Trabajo (CFDT) , Francois Chéreque, el presidente Sarkozy "tiene una decisión institucional que tomar" y debe hacerlo escuchando lo que dicen los franceses, que se han pronunciado mayoritariamente contra el retraso de la edad de jubilación.
Esa es precisamente la principal medida de la ley de reforma de las pensiones, aprobada ayer por los diputados y que sitúa la edad mínima de jubilación en 62 años, frente a los 60 actuales, y en 67 para el cobro total de la pensión.
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