Autoridades hondureñas confirmaron la muerte de 377 reclusos de la Granja Penal Comayagua, ubicada al norte del país, como consecuencia de un incendio registrado en estas instalaciones en la madrugada del miércoles.
Las autoridades estiman que esta cifra podría continuar incrementándose hasta alcanzar las 400 víctimas fatales.
Entre la noche del miércoles y este jueves el personal de medicatura forense ha logrado practicar un total de 13 autopsias. Sin embargo, sólo tres de estos cuerpos han sido entregados a sus respectivos familiares.
Explicó que estas labores se han desarrollado lentamente, debido a que los especialistas no cuentan con espacio suficiente para llevar adelante el trabajo.
De hecho, se vieron en la obligación de inhumar 30 cadáveres no reclamados, que se encontraban en la medicatura. Esto se realizó con el fin de abrir espacio para colocar los más de 30 cuerpos provenientes del recinto carcelario.
Aguilar también señaló que los reclusos heridos fueron movilizados a distintos centros hospitalarios de Tegucigalpa y sus alrededores. Precisó que en el hospital Escuela de Honduras fueron recluidos 10 lesionados por el incendio, de los cuales dos perdieron la vida.
Las víctimas fatales fueron identificadas como José Alonso Chavarría y Ángel López, cuyos cuerpos ya fueron entregados a sus familiares.
Subrayó que de los ocho recluidos que permanecen hospitalizados, cuatro se encuentran en estado delicado, tres en estado crítico y sólo uno se mantiene estable.
Dassaev Aguilar señaló que un hombre identificándose como un prófugo de la justicia se comunicó telefónicamente a un programa radial este jueves, informando que el incendio en el penal estaba planificado para llevar a cabo una fuga masiva.
Informó que la coordinadora de fiscales del Ministerio Público, Danelia Ferrera, advirtió que esta denuncia será tomada como una hipótesis del incidente y será investigada.
Por ello interrogarán al director del centro penitenciario y a 11 funcionarios, que se encontraban ejerciendo labores de custodia al momento del siniestro. A éstos se les hará un seguimiento de sus cuentas bancarias, a fin de constatar si ha habido movimientos irregulares de dinero.
Aguilar subrayó que el denunciante anónimo acusó al director del centro carcelario de haber negociado la fuga de 84 internos, quienes supuestamente cancelaron entre 60 mil y 100 mil dólares.
Una nueva tragedia viene a reflejar la aguda problemática del sistema penitenciario en Honduras. El día de ayer, en horas de la noche, la granja penal de Comayagua ubicada en la zona central de Honduras fue afectada por un incendio que, hasta el momento, ha dejado 359 víctimas mortales.
Una nueva tragedia viene a reflejar la aguda problemática del sistema penitenciario en Honduras. El día miercoles, en horas de la noche, la granja penal de Comayagua ubicada en la zona central de Honduras fue afectada por un incendio que, hasta el momento, ha dejado 377 víctimas mortales.
Según testimonios de algunos reclusos y testigos, las autoridades pudieron haber evitado la gravedad de la tragedia. Durante el incendio, provocado según fuentes oficiales por un cortocircuito al interior de la granja penal, las autoridades encargadas de velar por la seguridad de la prisión mantuvieron a los reos al interior con el pretexto de evitar fugas. Además, los bomberos se atrasaron en llegar a la granja penal. Producto de tal acción es la tragedia más grave en la historia de Honduras en cuanto a incidentes en prisiones. Hasta la fecha han ocurrido tres desastres, que evidencian la situación fallida del sistema penitenciario hondureño. La de Comayagua ya puede considerarse la tragedia más grave a nivel centroamericano.
En el año 2003 se desarrolló en la granja penal de El Porvenir, en la ciudad de la Ceiba, un motín carcelario que tuvo como resultado 39 personas heridas y 69 personas asesinadas, 61 de los cuales eran pandilleros de la mara 18. Varios agentes cobras junto a reos comunes que desempeñaban funciones de vigilancia acribillaron a los jóvenes miembros de la mara con el pretexto inicial de desarmarles. 21 de los culpables fueron condenados a 1.035 años de cárcel. La resolución definitiva aún no se ha emitido.
En el año 2004 ocurrió el incendio de la granja penal de San Pedro Sula donde 107 privados de libertad perdieron la vida y 26 más resultaron lesionados. La mayoría de los reclusos pertenecían a la mara “MS-13”, mejor conocida como Salvatrucha. La CIDH ha presentado el caso ante la Corte Interamericana responsabilizando al Estado de Honduras por esta tragedia. Ambos hechos ocurrieron durante el gobierno también nacionalista de Ricardo Maduro.
Hablar de personas privadas de libertad y sus derechos es reflejo de exclusión y castigo a los habitantes más pobres de una sociedad y las tragedias ocurridas son las más graves violaciones a los derechos humanos que pueden cometerse en un país donde no se respetan los instrumentos y normas internacionales en cuanto a derechos humanos se refiere. Hoy nuevamente muchas madres humildes lloran la pérdida de sus hijos segregados por el sistema.
Diversas organizaciones de derechos humanos en Honduras han realizado esfuerzos para que sea aprobada la Ley del Instituto Penitenciario la cual traspasa el control del sistema penitenciario de la policía a un organismo de control civil con el objetivo que se disminuyan las violaciones a los derechos humanos de las privadas y privados de libertad. El gobierno de Honduras ha decretado varias veces estado de emergencia en los centros penitenciarios. Lastimosamente, el Estado no ha actuado conforme a sus decretos y la Ley del Instituto Penitenciario sigue engavetada en el Congreso Nacional. ¿Será necesario otra tragedia para que se tomen acciones o vivimos un verdadero Estado fallido?
Una nueva tragedia viene a reflejar la aguda problemática del sistema penitenciario en Honduras. El día miercoles, en horas de la noche, la granja penal de Comayagua ubicada en la zona central de Honduras fue afectada por un incendio que, hasta el momento, ha dejado 377 víctimas mortales.
Según testimonios de algunos reclusos y testigos, las autoridades pudieron haber evitado la gravedad de la tragedia. Durante el incendio, provocado según fuentes oficiales por un cortocircuito al interior de la granja penal, las autoridades encargadas de velar por la seguridad de la prisión mantuvieron a los reos al interior con el pretexto de evitar fugas. Además, los bomberos se atrasaron en llegar a la granja penal. Producto de tal acción es la tragedia más grave en la historia de Honduras en cuanto a incidentes en prisiones. Hasta la fecha han ocurrido tres desastres, que evidencian la situación fallida del sistema penitenciario hondureño. La de Comayagua ya puede considerarse la tragedia más grave a nivel centroamericano.
En el año 2003 se desarrolló en la granja penal de El Porvenir, en la ciudad de la Ceiba, un motín carcelario que tuvo como resultado 39 personas heridas y 69 personas asesinadas, 61 de los cuales eran pandilleros de la mara 18. Varios agentes cobras junto a reos comunes que desempeñaban funciones de vigilancia acribillaron a los jóvenes miembros de la mara con el pretexto inicial de desarmarles. 21 de los culpables fueron condenados a 1.035 años de cárcel. La resolución definitiva aún no se ha emitido.
En el año 2004 ocurrió el incendio de la granja penal de San Pedro Sula donde 107 privados de libertad perdieron la vida y 26 más resultaron lesionados. La mayoría de los reclusos pertenecían a la mara “MS-13”, mejor conocida como Salvatrucha. La CIDH ha presentado el caso ante la Corte Interamericana responsabilizando al Estado de Honduras por esta tragedia. Ambos hechos ocurrieron durante el gobierno también nacionalista de Ricardo Maduro.
Hablar de personas privadas de libertad y sus derechos es reflejo de exclusión y castigo a los habitantes más pobres de una sociedad y las tragedias ocurridas son las más graves violaciones a los derechos humanos que pueden cometerse en un país donde no se respetan los instrumentos y normas internacionales en cuanto a derechos humanos se refiere. Hoy nuevamente muchas madres humildes lloran la pérdida de sus hijos segregados por el sistema.
Diversas organizaciones de derechos humanos en Honduras han realizado esfuerzos para que sea aprobada la Ley del Instituto Penitenciario la cual traspasa el control del sistema penitenciario de la policía a un organismo de control civil con el objetivo que se disminuyan las violaciones a los derechos humanos de las privadas y privados de libertad. El gobierno de Honduras ha decretado varias veces estado de emergencia en los centros penitenciarios. Lastimosamente, el Estado no ha actuado conforme a sus decretos y la Ley del Instituto Penitenciario sigue engavetada en el Congreso Nacional. ¿Será necesario otra tragedia para que se tomen acciones o vivimos un verdadero Estado fallido?
Fuente: Agencias de noticias
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