La oleada de represión policial contra la comunidad indígena que bloquea la carretera Interamericana deja un muerto y varios heridos.
El bloqueo que, desde hace 6 días, realizan las comunidades indigenas se hizo para exigir que el Gobierno de Ricardo Martinelli prohíba exploraciones y explotaciones mineras en el territorio indígena.
Según informan fuentes de dirigentes indígenas, Gerónimo Montezuma llegó sin vida, con una herida de bala, al hospital de San Félix, 465 kilómetros al oeste de la capital panameña.
Además se reportan otras tres personas lesionadas, pero el Ministerio de Seguridad negó en un comunicado el uso de armas de fuego durante el operativo lanzado a las 6 de la mañana por agentes antimotines para despejar la vía.
El ministro panameño de Seguridad, José Raúl Mulino, dijo que Montezuma “no pudo haber muerto por ningún tipo de disparo de la unidad del control de multitudes” y acusó a los manifestantes de ir armados.
El Ministerio de Seguridad sólo confirmó que seis policías fueron heridos, pero no incluyó a indígenas como lesionados.
Tres horas después de iniciada la represión, la Policía anunció el despeje total de la carretera Interamericana.
Medios locales con base en denuncias de indígenas reportaron niños y mujeres heridas, además de informar de que varios lesionados mostraban brazos desgarrados, pero esa información fue descartada por Mulino.
La dirigente Omayra Silvera indicó que se mantendrá la resistencia debido a que empezaron a bajar más de sus compañeros de las montañas para exigir que el gobierno prohiba exploraciones y explotaciones mineras e hídricas en la comunidad Ngäbe Buglé.
Las comunicaciones telefónicas hacia y desde la zona de conflicto fueron bloqueadas por el Gobierno desde el viernes pasado, lo que despertó fuertes críticas por parte de movimientos sociales y medios de comunicación, que consideran que se trata de una medida para censurar los abusos cometidos por la policía.
La acción policial para despejar la carretera que comunica el occidente del país con la capital panameña fue lanzada luego que la Organización de Estados Americanos (OEA) dijo que el presidente Ricardo Martinelli se había mostrado “dispuesto a dialogar”.
El mandatario descartó el sábado que una misión gubernamental se desplazara a la zona de conflicto, donde eran esperados por dirigentes indígenas y en su lugar ofreció a los indígenas recibirlos en el presidencial Palacio de Las Garzas.
Martinelli admite prohibir la minería en territorio indígena pero rechaza incluir restricciones para usar los recursos hídricos al considerar que con ello se frenaría el desarrollo del potencial hidroeléctrico del país.
Los últimos reportes informan de que en el puente de Changuinola, en la provincia de Bocas del Toro, hay concentrado un grupo de indígenas y se teme por una nueva carga policial que podría terminar en masacre.
En Boca del Monte habría más de 1.000 indígenas en las montañas que han sido despejados de la carretera y se producen enfrentamientos. En San Félix, y Vigui también existe tensión.
Fuente: Albatv
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