martes, 5 de abril de 2011

En Uruguay existen cajas de lata para encerrar a chicos pobres

Mientras el Ministerio del Interior tiene dentro de sus prioridades el cierre de los módulos de acero del Penal de Libertad, el Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU) inaugurará en Montevideo, dentro de un mes, un hogar para 30 internos hecho con contenedores metálicos. El vicepresidente del INAU, Jorge Ferrando, dijo que los contenedores son "similares" a los que se usaron durante la construcción de la planta de Botnia en Fray Bentos para alojar a los obreros que trabajaron en el lugar. Y cuentan con aire acondicionado".

En marzo del 2010, el relator especial de las Naciones Unidas sobre la Tortura , Manfred Nowak instó al gobierno de Tabaré Vázquez a cerrar de inmediato los módulos de acero en el Penal de Libertad por considerarlos "jaulas".

Una trabajadora de un edificio contiguo al "nuevo hogar", se indignó al ver esta situación, extrajo una cámara fotográfica y tomó fotos del exterior y el interior de los contenedores que difundió a travez de su cuenta en facebook. Su jefe, al enterarse, de inmediato le labró un acta sobre el tema porque los funcionarios no pueden brindar información del organismo.

Al frente de los contenedores, se encuentra un alto muro y encima de este espirales de concertina -especie de alambrada muy filosa-. Se trata de un implemento de seguridad muy utilizado en cárceles, ya que produce mayor daño a los que intentan saltar el muro que los alambres de púas.

Las cisternas de los baños y las cañerías de los mismos fueron ubicadas por afuera de los contenedores. Todavía no fueron colocados los sistemas de saneamiento.

Las duchas están por fuera de los contenedores en un espacio con techo pero sin paredes. Eso obligará a la guardia a esposar al interno y luego llevarlo hasta el duchero más próximo. Están ubicadas entre uno y otro contenedor. Cada contenedor podrá alojar a ocho internos.

En este momento, en el Hogar Puertas hay unos 50 jóvenes internados en dos piezas y un contenedor que fue instalado hace seis meses.

Contenedores de metal, sin ventanas, con letrinas alado de las camas rodeados de alambrados con filos y electrificados, al mejor estilo Nazi. Está es la respuesta que el Gobierno de Mujica le da a los cientos de miles de chicos pobres, no sin antes judicializar a la periodista que saco a la luz esta atrocidad.


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