El Congreso de Estados Unidos anunció el pasado martes el hallazgo de 122 armas traficadas a México mediante la cuestionada operación Rápido y Furioso, la cual permitió la exportación ilegal de armamento a la nación vecina.
Las armas exportadas ilegalmente terminaron, en su gran mayoría, en las manos del crimen organizado. La cantidad recuperada no llega ni a la mitad de las traficadas a través de la operación Rápido y Furioso.
La información fue dada a conocer por un reporte compilado por el Comité de Vigilancia de la Cámara Baja de Representantes, en el que se precisó que el armamento, que representa menos del 10 por ciento traficado ilegalmente por el programa, fue encontrado en 48 escenas de crímenes cometidos en México.
El especialista en operaciones de inteligencia de la Oficina de Alcohol, Tabaco y Armas (ATF), Lorren Leadmon, discrepa de la mayoría de los cálculos dados a conocer hasta ahora, que colocaban en un máximo de dos mil la cifra de armas que las autoridades estadounidenses permitieron que fueran adquiridas por intermediarios.
Leadmon indicó que, en el curso de la investigación, los sospechosos “compraron más de dos mil armas” en lotes de 10 y 20 unidades y, aunque más de 800 han sido recuperadas por autoridades de Estados Unidos y México, “tomará años determinar el alcance de la carnicería” derivada de este operativo.
En cuanto a los tipos de armas, las autoridades determinaron que se encontraron rifles de asalto AK-47, rifles calibre 50 y otras que posteriormente fueron vinculadas a la operación estadounidense.
Las investigaciones adelantadas por el Congreso de Estados Unidos (EE.UU.) apuntan a que los altos mandos del Departamento de Justicia tenían conocimiento sobre el plan "Rápido y Furioso", que permitió la entrada de más de dos mil armas de fuego a México, ahora en poder del crímen organizado.
"Los senadores republicanos Charles Grassley y Darrell Issa aseguraron que 'funcionarios de primer nivel en el Departamento de Justicia' estaban 'indudablemente enterados' del tráfico tolerado de armas hacia territorio mexicano", reportó la prensa mexicana este miércoles.
Esta operación, adelantada por la ATF en conjunto con la DEA y la FBI permitió el tráfico de dos mil 20 armas, de las cuales mil 430 se encuentran desaparecidas, presuntamente en manos de organizaciones criminales de México. A penas 363 fueron recuperadas en EE.UU. y otras 227 en el país norteamericano.
Por su parte, Barack Obama, prometió consecuencias y aseguró no tener conocimiento, informaron medios locales.
“No sólo la Agencia estadounidense para el control de Alcohol, Tabaco y Armas de fuego estuvo involucrada en el contrabando de armas a México, también personal del Departamento de Seguridad interna de Estados Unidos, de la Agencia Antidrogas (la DEA), de la oficina de inmigración y Aduanas y un fiscal del Departamento de Justicia estuvieron, al menos, enterados de la polémica operación”, relató Laura Simón, corresponsal de teleSUR en México.
Fuente: Telesur
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