Paraguay está entre los 10 países más desiguales del planeta y es el país con mayor inequidad en América Latina. El acceso a la tierra ha sido un problema histórico. Sin embargo, se ve agravado por el aumento del área cultivada de soja.
Las organizaciones campesinas seguirán exigiendo a las instituciones y poderes del Estado paraguayo aliarse para recuperar las tierras, afirmó hoy el gobernador del departamento de San Pedro, José Ledesma.
El gobernador desmintió que las mediciones realizadas en esa zona en los últimos días por personal militar de la Dirección del Servicio Geográfico obedezcan a "un plan del oficialismo", como publicaron medios locales.
En un comunicado divulgado hoy, las fuerzas militares aclararon que su labor en la zona de Ñacunday es de carácter técnico profesional y se desligaron de alteraciones del orden ocurridas en el lugar.
Son las organizaciones de lucha por la tierra las que exigen hoy día al Ejecutivo para promover la medición, aseguró.
Ledesma puntualizó que "nosotros no manejamos esos documentos ni es actividad que emprenda el Poder Ejecutivo".
En ese sentido señaló que "la gente de Ñacunday hace doce años que está ahí", y existen documentos en mano de los reclamantes de que los colonos (brasileños y paraguayos) estarían usufructuando en forma irregular las fincas, por lo cual se requiere la intervención judicial.
El gobernador apuntó que en caso de no hallarse irregularidades los colonos deberán contar con todas las garantías del Estado.
Pero si se constatan las denuncias de los campesinos, opinó, las tierras deben ser recuperadas para los verdaderos sujetos de la reforma agraria.
Al respecto, indicó que para ello se requiere la habilitación de la medición por el Poder Judicial para revisar, porque según los documentos que los carperos entregaron al Poder Ejecutivo, "esas tierras son del Estado".
No podemos callar hoy las injusticias que se están cometiendo en el tema de la tierra porque unos pocos ciudadanos paraguayos y brasileños tienen todas las hectáreas y muchos paraguayos, que son los sujetos de la reforma agraria, no tienen ni un pedazo, sostuvo.
Ledesma aseveró que para revertir esa situación se necesita que los poderes del Estado se unan "para que los ciudadanos, desde las bases, puedan exigir que eso se cumpla".
En Paraguay, el acceso a la tierra ha sido un problema histórico. Sin embargo, se ve agravado por el aumento del área cultivada de soja. La expansión de este cultivo tiene un impacto directo en el costo de las tierras, generando un incremento considerable en los precios de las propiedades, en especial de los departamentos de Alto Paraná, Itapúa, Caaguazú, Canindeyú y Amambay. Para familias de pequeños productores, esto hace inalcanzable el acceso a la tierra para la producción de alimentos básicos de autoconsumo y para el mercado interno.
La zona de conflicto se ubica en Ñacunday, nombre de un río que desemboca en el caudaloso río Paraná, que divide Paraguay de Brasil, al norte, y de Argentina, al sur.
Las plantaciones pertenecen en su mayoría al "rey de la soja", como denominan al latifundista brasileño Tranquilo Favero, uno de los pioneros en la colonización de esas tierras y productor de soja, un grano cada vez más cotizado en el mundo.
Favero cultiva unas 400.000 hectáreas en esa zona, de las cuales 110.000 serían tierras fiscales que consiguió por favores del ex dictador Alfredo Stroessner, que gobernó en Paraguay entre 1954 y 1989, según denunció el líder Casco. Esas tierras tienen actualmente un valor de 10.000 dólares la hectárea, las más caras del país.
Los cultivos de soja cubren gran parte de 10 departamentos de los 17 que tiene el país y fue el primer producto de exportación de Paraguay en 2010, con 8.500.000 toneladas. Se estima que la zafra 2011, que se cosechará en abril de 2010, producirá unos 10 millones.
Paraguay está entre los 10 países más desiguales del planeta y es el país con mayor inequidad en América Latina. Según estudios recientes el 1 0% de las personas con más tierra posee el 66,4% de las tierras. También es, junto a Brasil, una de las reservas de agua dulce más importante del continente.
La zona de conflicto se ubica en Ñacunday, nombre de un río que desemboca en el caudaloso río Paraná, que divide Paraguay de Brasil, al norte, y de Argentina, al sur.
Las plantaciones pertenecen en su mayoría al "rey de la soja", como denominan al latifundista brasileño Tranquilo Favero, uno de los pioneros en la colonización de esas tierras y productor de soja, un grano cada vez más cotizado en el mundo.
Favero cultiva unas 400.000 hectáreas en esa zona, de las cuales 110.000 serían tierras fiscales que consiguió por favores del ex dictador Alfredo Stroessner, que gobernó en Paraguay entre 1954 y 1989, según denunció el líder Casco. Esas tierras tienen actualmente un valor de 10.000 dólares la hectárea, las más caras del país.
Los cultivos de soja cubren gran parte de 10 departamentos de los 17 que tiene el país y fue el primer producto de exportación de Paraguay en 2010, con 8.500.000 toneladas. Se estima que la zafra 2011, que se cosechará en abril de 2010, producirá unos 10 millones.
Paraguay está entre los 10 países más desiguales del planeta y es el país con mayor inequidad en América Latina. Según estudios recientes el 1 0% de las personas con más tierra posee el 66,4% de las tierras. También es, junto a Brasil, una de las reservas de agua dulce más importante del continente.
Fuente: Agencias de noticias
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