El diálogo entre el Gobierno panameño e indígenas se reanuda este miércoles y aunque no se han dado detalles sobre los avances de las negociaciones, los mediadores esperan que pronto se logre un acuerdo por el tema minero e hidroeléctrico .
El diálogo entre el Gobierno de Panamá y una comisión indígena se ha dividido en dos mesas para definir la ley 415 que reforma el código minero, que prohíbe la exploración y explotación minera en la comarca Ngabe-Buglé. Según la prensa local, existen ligeros avances en las negociaciones.
Una mesa tratará directamente el asunto de la Ley, en particular el artículo 5, presentado por los étnicos y tema principal de discordia porque exige la eliminación de las concesiones hidroeléctricas.
La otra mesa negociará temas técnicos de las hidroeléctricas y su impacto en la comarca, en especial la represa de Barro Blanco sobre el río Tabasará.
Monseñor José Luis Lacunza, vocero de la reunión leyó un comunicado en el cual se detalla que la mesa que trata la ley 415, analizó una propuesta de la Coordinadora por la Defensa de los Recursos Naturales y Derechos del Pueblo Ngöbe Buglé y Campesino.
En tanto, la mesa técnica donde se analiza el proyecto de Barro Blanco, fueron tratados temas específicos relacionados con la naturaleza del proyecto y el estudio de impacto ambiental.
Aunque no se dieron detalles sobre los avances de las negociaciones, Lacunza dijo que esperan que pronto se logre un acuerdo por el tema minero e hidroeléctrico.
Este miércoles, se reanudará la reunión con la mediación de la Iglesia católica, la Universidad de Panamá y las Organizaciones de Naciones Unidas.
Un grupo de nativos, liderados por Mijita Andrade, cacique general suplente, hizo este martes un llamado a la cacique, Silvia Carrera y a los miembros de la Coordinadora por la Defensa de los Recursos Naturales y Derecho del Pueblo Ngöbe, a abandonar el diálogo ya que aseguran que las negociaciones "no tienen ningún avance".
Andrade dijo que están solicitando que la mesa del diálogo se traslade a San Félix (oeste), porque no confían en la forma que se están llevando las negociaciones en la sede de Naciones Unidas en el polo científico Ciudad del Saber. Expresó además que no descarta el cierre de calles.
Entre tanto, el Gobierno panameño ha recibido presiones de empresarios que insisten en mantener abiertas las obras de la represa del río Tabasará, afluente decisivo para la comarca, donde se construye la hidroeléctrica de Barro Blanco.
Los ngöbes buglés son el grupo de mayor población, más de 165 mil personas, entre las tres etnias predominantes en Panamá, y rechazan la construcción de proyectos hidroeléctros dentro de sus comarcas, las regiones anexas y territorios aledaños.
Fuente:http://www.telesurtv.net/articulos/dialogo-entre-gobierno-panameno-e-indigenas-se-ha-dividido-en-dos-mesas
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