Pese a que se encuentran en paraderos desconocidos, la fiscalía de Paraguay imputó a Julio Rojas, exalcalde de Amambay (norte), Ronaldo Ortega y Rubén Irala, por el asesinato del indígena Sinecio Silva Quevedo (de 22 años) y por estar involucrados con narcotráfico.
Testigos de la comunidad nativa relataron que cuatro sicarios, escoltados por otras 15 personas buscaban una avioneta que se accidentó en la zona el pasado 23 de septiembre y en la que presuntamente se encontraban 1,8 millones de dólares.
Manifestaron que los narcos amenazaron con una masacre si en una próxima incursión los indígenas no le entregaban el dinero y confesaban el paradero de la nave. Por ello, los miembros de la etnia pai tavyterá pidieron la protección de las autoridades ante las amenazas de los narcotraficantes.
El ataque se registró el pasado jueves, en la colonia indígena de la parcialidad Pai Tavyterã, dentro de la estancia Oro Verde, a unos 45 kilómetros del centro de la localidad de Bella Vista Norte, pero sólo trascendió a los medios locales la noche del viernes.
De acuerdo a fuentes del sector, la máquina siniestrada se dirigía aparentemente hacia Bolivia para traer cocaína y el piloto, cuya identidad no trascendió, tenía consigo aproximadamente un millón 800 mil dólares en efectivo.
El piloto sobrevivió al accidente y fue ayudado por los indígenas para llegar a la ruta, y como señal de gratitud recibieron algunos fajos de dólares. Los aborígenes levantaron sospechas al pagar con esos billetes por compras de caña y otras mercaderías en comercios.
Miembros de la banda de narcos, dirigida presuntamente por Miguel Servín, irrumpieron con disparos en la aldea para recuperar el dinero perdido, torturaron y colocaron en fila a todos los pobladores para hacerles confesar dónde escondieron el dinero. Al no obtener respuesta asesinaron al joven Sinecio Silva Quevedo (de 22 años), mientras su hermano Ronaldo Silva Quevedo (19) perdió una pierna y tuvo que ser trasladado de urgencia a Asunción (capital) donde sigue en grave estado.
La región de Amambay (norte) es considerada como tradicional epicentro del tránsito de marihuana paraguaya y cocaína colombiana a los principales mercados de Brasil y que deja como saldo decenas de muertos por revanchas
Fuente: Telesur
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