jueves, 13 de octubre de 2011

Amnistía Internacional insta a Canadá a detener y procesar a George W. Bush


Amnistía Internacional ha pedido a las autoridades canadienses que detengan y procesen (o extraditen) al ex presidente de Estados Unidos George W. Bush por su implicación en delitos de tortura con antelación a su visita a Canadá, prevista para el 20 de octubre.


Canadá está obligada por las normas internacionales a detener y procesar al ex presidente Bush por su responsabilidad en torturas y otros delitos de derecho internacional”, afirmó Susan Lee, directora del Programa de Amnistía Internacional para América.

Dado que hasta ahora las autoridades estadounidenses no han llevado al ex presidente Bush ante los tribunales, la comunidad internacional debe intervenir. Si Canadá no toma medidas durante su visita, estará violando los términos de la Convención de la ONU contra la Tortura y demostrando desprecio por los derechos humanos fundamentales.

Amnistía Internacional entregó un memorando a las autoridades canadienses el 21 de septiembre de 2011 en el que defiende con argumentos de peso que el ex presidente es penalmente responsable de diversas violaciones de derechos humanos.

Las violaciones referidas se cometieron entre 2002 y 2009 como parte del programa de detención secreta dirigido por la CIA, e incluyen torturas y otros tratos crueles, inhumanos y degradantes y desapariciones forzadas. Cuando era presidente, George W. Bush autorizó la aplicación de diversas “técnicas de interrogatorio mejoradas” a personas recluidas como parte del programa de detención secreta de la CIA. Más tarde, el ex presidente admitió expresamente haber autorizado el uso del simulacro de ahogamiento (waterboarding) contra varias personas cuyo sometimiento a este método de tortura se ha confirmado. Se sometió a los detenidos a simulacros de ahogamiento y otras “técnicas de interrogatorio mejoradas” (como obligarlos a permanecer durante horas en posturas dolorosas o privarlos del sueño) durante el programa de detención secreta de la CIA, puesto en marcha con la autorización del entonces presidente Bush. El inspector general de la CIA concluyó que Zayn al Abidin Muhammed Husayn (conocido como Abu Zubaydah) y Khalid Sheikh Mohammed habían sufrido entre ambos no menos de 266 simulacros de ahogamiento durante su detención entre 2002 y 2003. En el memorando presentado por Amnistía Internacional también se destacan nuevos indicios de tortura y otros delitos de derecho internacional cometidos contra los detenidos bajo custodia militar estadounidense en Guantánamo, Afganistán e Irak. “Es un momento clave para que Canadá demuestre su disposición a acatar sus compromisos y obligaciones en materia de derechos humanos (manifestó Susan Lee). Canadá ha encabezado las iniciativas para reforzar el sistema de justicia internacional y ahora debe demostrar que, a la hora de rendir cuentas por las violaciones de derechos humanos, ninguna persona o país está por encima del derecho internacional.



EE.UU. obliga a Google y a un proveedor de Internet a entregar información de activista pro derechos humanos

Hace escasas horas se ha destapado en Estados Unidos que el gobierno ha obtenido una orden judicial secreta para obligar a Google y al proveedor de Internet Sonic.net a entregar toda la información de las cuentas de correo electrónico del famoso hacker y voluntario de WikiLeaks, Jacob Appelbaum. Sin ser acusado de delito alguno, el diario The Wall Street Journal revela como la ISP ha luchado en secreto para evitar ofrecer la información hasta que se ha visto obligada. Por su parte, Google ha comentado que no dirá nada acerca de esta exclusiva del diario.

Jacob Appelbaum, de 28 años, ha sido en los últimos años uno de los hacker más activos en diferentes frentes. Activista pro-derechos humanos y miembro desarrollador de la herramienta de anonimato en la red Tor, Appelbaum ha sido parte del equipo de voluntarios de WikiLeaks. El hombre ha sido objeto de vigilancia en los últimos meses formando parte del reducido grupo de personas a los que el gobierno de Estados Unidos había intentado conseguir su información personal en Twitter.

El acoso al que había sido sometido hasta ahora incluía detenciones o interrogatorios en los aeropuertos por las agencias de Estados Unidos sin haber sido acusado de delito alguno ni el gobierno hablar sobre algún tipo de vigilancia en curso. Según el diario, este último movimiento por parte del gobierno rompería cualquier tipo de derechos de los usuarios y su privacidad, ya que se ha obligado a obtener los datos de un usuario sin acusación en curso.

El movimiento forma parte de la investigación que está llevando a cabo en estos momentos Estados Unidos contra WikiLeaks. Al parecer, el ISP Sonic habría dicho al diario por medio de su presidente Dane Jasper que ha estado luchando para que esta orden secreta no se llevara a cabo. Una lucha que finalmente ha perdido viéndose obligado a ceder ante las presiones del país a la vez que ha alertado a Appelbaum de la fuga obligatoria de la información personal de su correo. Google en cambio ha preferido no comentar nada sobre el tema.

Lo que el gobierno ha exigido a ambos es toda la información sobre los correos de Appelbaum, las direcciones de las personas con las que se hablaba y su correspondencia durante los dos últimos años.

La revelación de esta orden judicial secreta plantea grandes interrogantes en torno a la capacidad de las autoridades de Estados Unidos para obtener información sobre la correspondencia digital de las personas bajo la denominada Electronic Communications Privacy Act y si esta viola las garantías constitucionales sobre las búsquedas y seguimientos.

Similar a la Patriot Act, esta ley actúa por encima del resto y se salta cualquier derecho constitucional de los ciudadanos. Con ella el gobierno puede obtener información secreta de los correos electrónicos de los usuarios o del seguimiento de sus smartphones sin orden de allanamiento.

Creada en 1986, esta ley viola las protecciones a las que se hace referencia en la Cuarta Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos contra registros e incautaciones “no razonables”. Al haber sido aprobada antes del nacimiento de la World Wide Web, su aplicación en el espacio digital es difusa y probablemente “ilegal”. Quizá por esta razón el gobierno de Estados Unidos ha actuado bajo secreto para llegar a cabo el seguimiento e incautación del correo del hacker.





Fuente:Albatv

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