lunes, 19 de septiembre de 2011

COLOMBIA: ¡No queremos a los grupos armados en nuestro territorio, no queremos la muerte! Continúan Las masacres de indígenas en el Cauca


El 16 de septiembre de 2011 una bomba cayó en la casa de un comunero indígena de Huellas, Caloto. Su hija de 11 años murió y 5 personas más resultaron heridas. Este es uno más de los testimonios que convoca a la solidaridad y a la defensa de la vida en rechazo de todos los grupos armados sobre hechos que se siguen reiterando una y otra vez con asesinatos y masacres a personas inocentes.


Tejido de Comunicación y Relaciones Externas para la Verdad y Vida – ACIN SEÑALA: “Mientras los gobiernos realizan incansables esfuerzos por firmar cada vez más tratados comerciales, acuerdos de cooperación e inversión económica, en los caminos de nuestros territorios se sigue derramando sangre de los más humildes, de los más frágiles y de los más dignos. Aún viven en el corazón y la memoria los niños y jóvenes bombardeados por la fuerza pública hace ya varios meses en la vereda Gargantillas del Resguardo de Tacueyó. También recordamos a Zuleima Coicué, una joven y humilde mujer a quien milicianos de las FARC le segaron brutalmente la vida arrebatándole el derecho de criar a su pequeño hijo. Y cómo borrar de la memoria lo que aún nos duele, el inhumano ataque a la población de Toribío donde nuevamente quedó en evidencia la crueldad de los comerciantes de la vida. En esta dolorosa lista, donde muchos quedan al margen, también se nos viene a la memoria la sonrisa humilde y sincera de Luis Carlos Mestizo, asesinado en Santander de Quilichao hace algunos días, en uno de los municipios del Cauca más militarizados”.

Agregan: “Ahora con gran tristeza e inmenso dolor, lloramos a Maryi Vanesa Coicué, una niña que soñaba con ser líder de su comunidad, a quien la irracionalidad de los asesinos truncaron su ideal. Al escuchar los desgarradores gritos de dolor de Myriam, su mamá, y al ver las silenciosas lágrimas de Abel, su papá, reiteramos sus palabras: -Estamos cansados de la muerte, hoy nuevamente desde la profunda tristeza y el dolor que siento, hago un llamado urgente a toda la comunidad, a todo el Cauca, a toda Colombia y a nivel internacional, a valorar y a defender la vida.

Finaliza en una nota: “Hoy sábado, 17 de septiembre, la comunidad educativa se movilizó desde Caloto hasta Santander de Quilichao - Cauca, denunciando todas las muertes que han sucedido en el territorio, en especial denunciando la muerte de Maryi. La comunidad ya se cansó de tanta injusticia, de que en nuestros territorios se siga derramando tanta sangre y de que lo único que importe a los grupos armados sea la muerte, por esto queremos que se salgan de nuestras comunidades, no los queremos, no queremos las armas, no queremos la muerte”.

Cabe mencionar que el Conflicto armado entre el estado criminal colombiano encabezado por el sucesor del paramilitar Uribe, el Presidente Juan Manuel Santos y la llamada “guerrilla”, sindicada como ”Las Farc”, continúan masacrando a la población indígena del Cauca. La excusa del conflicto bélico ha causado destrucción de viviendas, desplazamiento de la población, actos de genocidios con sistemáticos asesinatos, mientras por otra parte, se siguen imponiendo megaproyectos de industrias extractivas con intereses de transnacionales, tal cual lo dice el padre de Maryi Vanesa Coicué , la niña asesinada recientemente en una entrevista.

Como mapa de conflictos, en Colombia, las principales arremetidas de paramilitares, militares y bases militares que buscan imponerse, coinciden donde se ubican los principales proyectos para industrias extractivas, lo que ha generado en varias ocasiones desplazamientos forzados de poblaciones y verdaderos genocidios a causa de Mineras y Petroleras, donde, han existido los intereses de diversas Corporaciones económicas vinculadas al imperio neoliberal estadounidense.

En Colombia, como ocurre en el CAUCA, los Pueblos Indígenas han sido víctimas del genocidio del ejército Colombiano, de la policía, de la CIA heredada de Bush y de la misma FARC, aunque a esta altura, no se sabe de qué FARC se está hablando. Lo que si, son cientos los indígenas asesinados por los fusiles de la brutalidad, miles de desplazados en medio de la inacción del mundo respetuoso de los Derechos Humanos.




Fuente: Mapuexpress

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