Cientos de policías y militares desalojaron ayer a grupos de campesinos que se encontraba ocupando latifundios en la zona del Bajo Aguán, al norte de Honduras, para exigir al Estado mayor acceso a la tierra, informaron fuentes del movimiento campesino.
El portavoz del Movimiento Unificado Campesino del Aguán (MUCA), Vitalino Álvarez, expuso que "fueron desalojadas las fincas La Consentida y Paso Aguán por los militares y policías, sin que hubiera violencia".
No obstante, refirió que ninguno de los dos grupos campesinos desalojados pertenecen a la organización, que se encuentra negociando con el Gobierno y terratenientes la compra de cuatro mil 600 hectáreas.
El Bajo Aguán ha sido escenario de múltiples conflictos, debido a los violentos desalojos que en dos años ya suman 50 muertes.
El campesinado exige al Estado mayor acceso a la tierra cultivable, mientras que el Gobierno aboga por los intereses de "las multinacionales norteamericanas y la oligarquía terrateniente que están en la región", según ha señalado el mediador en esta disputa que se experimenta en el lugar, Juan Almendares.
''Se calcula que hay más de mil efectivos militares que han llegado a la zona" a fin de resguardarla, y "como es una zona geopolítica estratégica también hay una base militar de Estados Unidos (EE.UU.) muy cerca '', ha referido el mediador.
En zona está casi militarizada en su totalidad, donde se encuentra una fuerza naval, un batallón de infantería, guardias privados y "sicarios que han estado constantemente persiguiendo, torturando y asesinando a los campesinos''.
En agosto pasado el presidente de Honduras, Porfirio Lobo, decretó ayer la militarización de la zona de Bajo Aguán (noreste) y desplegó unos 600 solados y policías tras los violentos enfrentamientos que se han producido en la zona por el acceso a la tierra cultivable dejando un saldo de 11 personas muertas en los últimos meses.
Un informe presentado por la Misión de Verificación Internacional, realizado entre el 26 de febrero y el 4 de marzo de 2011, indica que luego del golpe de Estado en Honduras en 2009 ha aumentado el número de muertes, amenazas e intimidaciones contra unos tres mil 500 campesinos en las tierras de Bajo Aguán.
Los problemas de tierras en Aguán prosiguen pese a que en abril de 2010, el MUCA suscribió un acuerdo con el Gobierno que estipulaba la entrega a las familias del campo de tres mil hectáreas sembradas de palma africana y otras tres mil sin cultivar.
El Estado también prometió que se otorgarían otras cinco mil hectáreas al campesinado en aproximadamente un año y éstas no podrían "ser nunca garantía de comercialización, ni vendidas en ninguna circunstancia", pero según el informe de la Misión internacional el Gobierno de Lobo no ha cumplido sus promesas.
Fuente: Telesur
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