viernes, 19 de agosto de 2011

Honduras: “Vamos de nuevo a la calle, en contra de la militarización en el Valle del Aguán”


Los abominables hechos acontecidos en los últimos días en el Bajo Aguan, parecen indicar que es el inicio de una nueva etapa, donde la guerra de baja intensidad la cual se ha venido dando en esa zona del país adquiere una nueva dimensión, que generara como resultado el incremento de la violencia en contra de los grupos de campesinos organizados.


El conflicto del Bajo Aguan surge del acaparamiento de tierras efectuado en la década de los años 90 del siglo pasado, cuando durante la administración de Rafael Callejas se dio la contrareforma agraria, auspiciada por los organismos financieros internacionales; generando como resultado más de 400 mil familias sin tierra en el país, convirtiéndo ciertas zonas en potenciales conflictos sociales.

El palmero de la muerte, Miguel Facusse, se ha convertido en el epicentro de la discordia nacional, ante su tendencia a promover despojos y utilizar su ejercito privado para imponerse en las zonas que pretende apoderase o las que ya ha logrado establecerse.

Los hechos acontecidos el pasado domingo en la finca "Paso Aguan", propiedad del palmero de la muerte, en donde fallecieron cinco guardias privados, ha sido manejado por los medios de comunicación nacional, como una invasión más a las plantaciones de palma africana.

El representante de la compañía de Miguel Facusse, Corporación Dinant, Roger Pineda,señaló que los responsables del ataque pertenecen a los movimientos campesinos MUCA y MARCA. Sin embargo “Las autoridades policiales consideran que en el sector conflictivo hay otro tipo de intereses y no por parte de los grupos campesinos que demandan la tenencia de la tierra, sino de supuestos narcotraficantes”.

La violencia en el Bajo Aguan y la noción difundida por los medios de comunicación de la existencia de fuertes grupos armados en la zona, ha sido aprovechado por el Ministerio de seguridad para iniciar un operativo militar denominado Xatruch II.

Con el anuncio público del Palmero de la Muerte de la suspensión unilateral del acuerdo de venta de 4.075 hectáreas al Estado, con el propósito de traspasarlas a los grupos campesinos organizados, el Bajo Aguan se convierte en una zona de guerra asimétrica, donde las Fuerzas Armadas de Honduras y la Policía Nacional, contando con el apoyo de los Estados Unidos crearán un escenario destinado a ahuyentar las familias desposeídas que han cifrado todas sus esperanzas en poder vivir en un régimen de justicia social.

Para la Organización Fraternal Negra Hondureña (OFRANEH) el conflicto agrario del Bajo Aguan no es más que el resultado del régimen feudal impuesto por el imperio en las últimas décadas y afianzado a través del golpe de estado del año 2009. No perdemos la esperanza de ver a los grupos campesinos del MUCA y MARCA obtener de nuevo las tierras de las que fueron despojadas con artimañas en los años 90 y que les pertenece con toda la razón.

En el marco del “Foro sobre el Acaparamiento de Territorios en África y América Latina”, el dirigente del Frente Nacional de la Resistencia Popular de Colón y vocero del Movimiento Unificado Campesino del Aguán, Wilfredo Díaz, denuncia la militarización del Valle del Aguán.

Wilfredo Díaz afirmó que el Ejercito Nacional y la Policía Preventiva avanzan en un proceso de militarización de la región, con el objetivo de defender los intereses de los terratenientes de la zona. En este sentido Díaz afirmó que existe una campaña política de criminalización del movimiento campesino, la cual se basa en afirmar que en esas tierras se organizan supuestos "grupos guerrilleros” con los que el gobierno de Porfirio Lobo justifica la presencia militar.

En este sentido Díaz afirma que “lo delicado de la situación es que los paramilitares están asesinando dirigentes campesinos, estan en un proceso permanente de persecución, esta situación se complementa con la judicialización de los campesinos”. En estos momento el asentamiento campesino La Marañones se encuentra rodeado de militares y “5 dirigentes están demandados ante los operadores de justicia y tienen orden de captura” concluyó el vocero del Muca.

Ante esta violenta ofensiva que compromete a grupos paramilitares, ejercito y el poder judicial, Díaz asegura: “le decimos al mundo entero que no nos vamos a quedar de brazos cruzados. Vamos de nuevo a resistir con los campesinos, con el Frente Nacional de la Resistencia Popular. Vamos a resistir, vamos de nuevo a la calle, en contra de la militarización en el Valle del Aguán.

Wilfredo Díaz denuncia la presencia de personas que no son de la región las cuales estarían promoviendo la represión en la región, “unos de ellos son norteamericanos y otros de ellos son colombianos, estos están ejerciendo un trabajo de asesoría sobre todo en la conformación de un grupo paramilitar para asesinar a miembros de la dirigencia y asesinar campesinos”.




Fuente: Albatv

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