El Gobierno israelí bloqueó hoy una partida de 106 millones de dólares que debía transferir a los palestinos en el marco de un acuerdo alcanzado con la Autoridad Nacional Palestina (ANP) para que le cancelara a sus funcionarios antes del fin de Ramadán.
El diario Haaretz, reseñó que el ministro israelí de Finanzas, Yuval Steinitz, rechazó la solicitud palestina de transferir el dinero procedente de los impuestos y tasas de aduana recogidos a trabajadores y mercancías palestinas.
El titular de la cartera de Finanzas israelí, desestimó la demanda de Palestina pese a que tanto profesionales de su Ministerio como de Defensa y de la Autoridad de Aduanas respaldaran el pago del dinero y se llegara a un acuerdo de principio alcanzado por la ANP sobre el problema.
Debido a la intransigente decisión del ministro de Finanzas israelí, la ANP tiene problemas para pagarle a miles de sus empleados, incluidos miembros de las fuerzas de seguridad, aseguró al mencionado medio un alto funcionario israelí.
Los protocolos económicos del proceso de paz de Oslo (1993-2000) establecen el traspaso del dinero retenido por concepto de tasas aduaneras de Israel a la ANP.
El denominado Acuerdo de París (1995) estipula que el Gobierno de Tel Aviv debe actuar como agente de retención para todos aquellos palestinos que trabajan en su territorio y de los depósitos efectuados en puertos israelíes por mercancías que tienen como destino la ANP.
A pesar de que el dinero por ley pertenece a los palestinos, la transferencia requiere la firma del responsable de Finanzas israelí.
El viernes pasado, el ministro de Finanzas de Israel rechazó hacer el traspaso de dinero justificando que no había llegado el momento para proceder a la transferencia mensual.
Según fuentes no identificadas cercanas a Steinitz, la negativa del ministro se debe a los recientes cohetes lanzados desde la franja de Gaza hacia Israel.
El pasado mes de mayo, Steinitz también retrasó la entrega de la partida de manera intencionada, luego del acuerdo de reconciliación alcanzado entre Al Fatah y Hamas, con el argumento de que temía que el dinero acabara en manos de una organización terrorista.
Los impuestos que Israel transfiere rondan entre tres mil 500 y cinco mil millones de shekels anuales (entre 840 y mil 400 millones de dólares). Los que se convierte en dos tercios del presupuesto de la ANP.
Por su parte, un ejército de narices rojas contra la ocupación participarán mañana en el Festiclown Palestina, evento que contempla una serie de talleres y espectáculos en distintos hospitales y campos de refugiados del territorio ocupado de Cisjordania.
Asimismo, colegios y centros sociales de las ciudades de Naplusa (al centro de Cisjordania), Jerusalén (este) y Ramala (noroeste) serán escenario de decenas de actuaciones de circo, clown (actores) y risoterapia.
El director de Festiclown Palestina, el español Iván Prado, expresó que “queremos que durante dos semanas los palestinos puedan sustituir la tensión por alegría y disfrutar de un festival al nivel de los de otras partes del mundo. Dos semanas en que las bombas sean de nata y los muertos sean de risa".
Prado definió el Festiclown como “una aventura” y “un sueño hecho realidad” en el lugar del mundo “donde es más necesario”.
"Cuando no puedes con el tanque, puedes con el corazón que hay dentro del tanque", expresó Prado antes de manifestar su esperanza de que, al menos en las dos próximas semanas, "la risa y la diversión se mezclen en Palestina con un mensaje de futuro".
"Creo que cualquier artista de circo estaría contra la ocupación y el muro porque nuestra tradición itinerante va en contra de fronteras y muros y es una metáfora de la multiculturalidad", señaló Prado tras dirigir un taller de expresión corporal en el que instaba a jóvenes palestinos a subirse a una silla y gritar su sueño.
Los más tímidos susurraban una palabra y se apartaban cuanto antes de la atención del grupo, mientras que los más atrevidos saltaban con fuerza al grito en árabe de "Libertad", "Palestina" o "Esperanza".
El activista ha pasado mes y medio en territorio ocupado de Cisjordania preparando el festival pese a que se topó con los servicios secretos israelíes, que impidieron la entrada a Prado por “sospechas” sobre “vínculos con organizaciones terroristas palestinas”.
Las calles palestinas se llenarán de sonrisa cuando las 20 compañías internacionales, de países como España, Argentina, Chile, Estados Unidos y Portugal, lleguen a la zona ocupada y trasmitan alegría hasta el próximo 11 de septiembre.
Fuente: Telesur
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